El 4 de diciembre del 2000 la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante (resolución 55/93).
En ese mismo día, pero de 1990, la Asamblea había adoptado la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (resolución 45/158).
El Uruguay es un país de migración. Fue territorio de encuentros e intercambios para las poblaciones originarias, país de acogida durante la conformación republicana y durante las últimas décadas punto de partida de más de medio millón de compatriotas hacia el exterior.
La creación de la Dirección General para Asuntos Consulares y Vinculación –Departamento 20- obedece a la imperiosa necesidad de generar políticas públicas hacia ese numeroso contingente compatriota que hoy está disperso por el mundo y que permanentemente se sensibiliza con el acontecer nacional.
La Migración debe ser vista en un contexto de amplio respeto a los Derechos de las Personas y como un fenómeno estructural integrado a las dinámicas de las sociedades de manera histórica. Negar, reprimir, u ocultar el desplazamiento de millones de personas buscando mejores oportunidades o perseguidas a lo largo y ancho del mundo sería una torpeza. La migración debe ser gobernada, generando las más amplias garantías para el trabajador migrante y su familia, en un proceso que involucra tanto a los países de origen como a los de destino y tránsito. Ninguna política migratoria será efectiva sin la decidida participación de la sociedad civil y de espacios políticos locales e internacionales que sirvan de intercambio y apoyo a los procesos de normalización, inserción y vínculo.
Los migrantes no son criminales, muy por el contrario se trata de trabajadores sacrificados que en su gran mayoría cumplen con sus obligaciones en su lugar de residencia al tiempo que se ocupan de las condiciones de su país de origen. Según el Banco Mundial unos 300.000 millones de dólares son remesados a los países de origen, sumados a los deberes e impuestos que se abonan en los países de acogida.
En nuestro caso, debe añadirse la asombrosa capacidad de apoyo y solidaridad que los diferentes colectivos de compatriotas despliegan a favor de iniciativas comunitarias y sociales. Cada año ingresan a Uruguay decenas de contenedores con equipamiento sanitario, escolar y comunitario producto de la tarea incansable de miles de anónimos uruguayos y uruguayas afincados en diversas partes del mundo.
El Departamento 20 convoca a observar el Día Internacional del Migrante a través de difusión de información sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales de los migrantes, el intercambio de experiencias y la formulación de medidas para protegerlos.
Ratificamos el compromiso proclamado por el Presidente Dr. Tabaré Vázquez el primero de marzo de 2005 cuando nos señala que la Patria no por ser Peregrina deja de ser Patria y que la condición de uruguayos no se pierde en la frontera.
Saludamos a nuestros compatriotas, uruguayos y uruguayas por el mundo, hijos e hijas y hasta nietos, que pueblan diversas geografías con el orgullo de seguir perteneciendo a esta “penillanura ondulada” que los reclama en la tarea de avanzar en la construcción de la ciudadanía extraterritorial y el pleno respeto de todos los Derechos inherentes a la condición nacional.
Repetimos con nuestro entrañable Mario Benedetti que:
“...una de tus dificultades consiste en que no sabes/ distinguir el ser del estar/
para ti todo es to be/ así que probemos a aclarar las cosas...”
En eso estamos.