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Respuesta a encuesta de Brecha

Prensa - Uruguay

Miércoles 28 de enero de 2009, por Fernanda Mora

El semanario Brecha tomó contacto con el Consejo consultivo de Paris en el marco de una vasta encuesta sobre la diáspora. Ya han sido publicadas notas sobre escritores y artistas plasticos en el exterior.

Publicamos aqui la respuesta enviada desde Paris el 18 de enero de 2009.

¿Tiene datos estadísticos de la comunidad de uruguayos en su ciudad?

No. Manejamos con prudencia algunas cifras que consideramos solamente como indicativas, porque no ha habido ninguna encuesta, censo, investigación que permita al día de hoy referirse a un registro actualizado de ciudadanos uruguayos residentes en Paris y/o en Francia. Se considera generalmente que en Paris y alrededores residirían unas 500 familias. En toda Francia, serían unas 2500 a 4000. El Consejo consultivo de Paris ha elaborado una lista de difusión electrónica que posee unas 300 direcciones.

¿Cómo caracterizaría a esa comunidad?

Sin duda que Paris se recuerda como destino privilegiado de exilados políticos, intelectuales, profesionales, artistas y científicos de los años 60/70. Por este motivo, existe un núcleo importante de compatriotas digamos de más de 50 años, con sus familias, que a través del tiempo se han ido configurando generalmente como franco/uruguayas. Este primer grupo se caracteriza por un nivel importante de vinculación con el país, a través en particular de diversas asociaciones temáticas de larga actuación y arraigadas en la “Colonia”. Muchos de ellos, llegando a la jubilación, vuelven al país o lo proyectan para un futuro próximo.

Por otro lado, se observa un núcleo de compatriotas jóvenes, de emigración reciente, que reside temporariamente en Francia. Estos jóvenes suelen ser estudiantes, incluso en post-grado, cuya vocación es la de volver al Uruguay una vez efectuado el curso, obtenido el diploma, terminada la investigación. Observamos regularmente también la residencia temporaria de jóvenes en el marco de programas de intercambio, de estudio o de primera experiencia profesional en particular en el marco educativo -jóvenes auxiliares temporarios de español en la enseñanza primaria publica por ejemplo-. Se observa también un número creciente de jóvenes trabajadores, llegados después de los 80, incluso muchos después de la crisis del 2001. Estos jóvenes suelen alternar periodos en el exterior y en el país, en respuesta sobretodo a oportunidades laborales, acorde a la demanda de mano de obra en ambos países. Generalmente, los jóvenes inmigrantes benefician de redes informales familiares y sociales de solidaridad y mutua ayuda que contribuyen a una integración exitosa. Cabe destacar que debemos tener también en cuenta otra categoría de compatriotas : los uruguayo/as nacido/as en Francia o habiendo inmigrado con sus padres en temprana edad. Estos compatriotas son desde jóvenes adultos de poco más de treinta años hasta bebés de algunos meses. Y, si ninguna cifra lo prueba hoy día, nos atrevemos a pensar que su número es importante y que podría sin duda ser fuente de un importante aumento de las cifras de compatriotas en Francia manejadas actualmente.

En todos los casos, el inmigrante uruguayo en Francia se caracteriza por un nivel alto de integración a la sociedad francesa en diversos ámbitos sociales, laborales y económicos. Esto ha sido logrado con talento, pero también con grandes esfuerzos, incluyendo frecuentemente reconversiones profesionales. Sin duda Francia ha sido un terreno propicio para renovarse, mejorarse, emprender, pero a costa de un sin número de dificultades y constantes desafíos. Se han constatado en los últimos tiempos, algunos casos que, siendo aislados, son preocupantes. Por ejemplo, compatriotas indocumentados que son expulsados, en aplicación de la nueva política francesa en materia de inmigración o compatriotas sin domicilio fijo, en situación de urgencia, que requieren acciones humanitarias, tarea que asume plenamente el Consulado, en los límites de sus medios y de su poder de actuación. El Consejo consultivo y algunas asociaciones se movilizan puntualmente también para encontrar soluciones individuales a situaciones de urgencia (consejo jurídico, colectas, difusión de la información…) Tememos que la crisis mundial del 2007/2008 provoque cambios importantes, en particular en lo que se refiere al empleo de muchos compatriotas y más generalmente, a las condiciones de integración de extranjeros en Francia.

En un reciente artículo sobre migraciones publicado en Brecha, se decía que la idea de ciudadanía (conjunto de derechos políticos y sociales) ya no está tan apegada a lo territorial. Uno de los aspectos que señalaba ese artículo era que al emigrar, la ciudadanía se “desterritorializa”, ya que la persona mantiene los vínculos, e incluso a veces los estrecha, con su país (leyendo más diarios ahora por internet que los que leía en papel, aportando fondos para algún proyecto social más que lo que hacía antes, “interesándose” más en la política y hasta en el deporte de su país, vinculándose más a lo “icónico” de la cultura en términos de libros que lee o música que escucha, etc) ¿Qué opina sobre ese punto?

La Constitución uruguaya no establece la cesación de la ciudadanía uruguaya por residencia en el exterior. Por lo tanto, somos, seguimos y seguiremos siendo plenamente ciudadano/as uruguayo/as, sin consideración territorial alguna. Gustavo Schroeder Orozco desarrolla en su síntesis dinámica de argumentos en defensa del voto de los ciudadanos uruguayos del exterior - www.francochilenos.com/IMG/pdf/Defensa_e_ilustracion_del_voto.pdf- y en su nota sobre la normalización de los Consejos consultivos : http://www.uruguayos.fr/La-normalizacion-de-los-Consejos, la idea de ampliación del concepto de república al concepto de nación. Coincido con él, pensando la nación en cuanto pueblo, sin necesariamente restringir el concepto a un sistema determinado de organización del Estado o del territorio. Prefiero la idea de una nación uruguaya, que quizás debamos todos juntos construir, incluso a nivel imaginario.

¿Qué experiencias concretas –a nivel colectivo de la comunidad de uruguayos de su ciudad, o a nivel personal- puede aportar sobre esto?

Lo/as compatriotas residentes en Paris y alrededores se caracterizan por una vinculación fecunda, permanente e intensa con el país. La naturaleza de esta vinculación es en primer lugar familiar, dado que lo/as compatriotas suelen guardar lazos perennes afectivos y también de apoyo solidario con sus familias de origen. También es notoria una vinculación solidaria, que se manifiesta a través de las actividades de numerosas asociaciones en los ámbitos cultural, social, deportivo, de intercambio académico y científico, de apoyo de micro-proyectos locales, de promoción del comercio equitativo y del turismo alternativo. El conjunto de asociaciones y el Consejo consultivo de Paris se movilizaron juntos y exitosamente, por ejemplo, para recaudar fondos para los damnificados de las inundaciones del 2007. También se resalta un nivel creciente de iniciativas de cooperación y de promoción del Uruguay productivo. Por último, cabe citar también la vinculación política, de compatriotas que desde el exterior, continúan una activa militancia en el seno de organizaciones partidarias, que han ido creando estructuras y mecanismos para la participación de los militantes del exterior.

Y en términos de identidad, ¿qué opina de la idea de las llamadas “adscripciones múltiples”, esa combinación de sentirse uruguayo pero a la vez sentirse parte de la sociedad local en la que vive, y a veces, con el agregado de la doble ciudadanía, sentirse también ciudadano de dos estados?

Estimo que hay que repensar los conceptos de identidad y de pertenencia.

En el mundo globalizado del XXI, las identidades no son monolíticas. Se construyen por acumulación de experiencias, que no se destruyen las unas a las otras, sino que constituyen un capital humano enriquecedor. De este modo, por ejemplo, no existe un “momento histórico” en el cual se deja de ser o de sentirse totalmente uruguayo/a para ser o sentirse definitivamente francés/a. Al contrario, cada individuo, en el marco de su historia personal y subjetiva, construye una identidad compleja. Se trata entonces de una síntesis multicultural y personal, característica de casi todas las naciones actuales. ¿Quién pone en duda hoy día la identidad de Barack Obama, afro-americano que ha vivido largamente en Indonesia y Hawái?

La multi-culturalidad implica un sentimiento de doble pertenencia de la persona. No se trata de una especie de esquizofrenia, sino de una síntesis, una “mixtura” diría un brasilero, generalmente harmónica, basada en una experiencia personal y única, entre por lo menos dos, a veces múltiples culturas, lenguas, identidades, “nacionales”. Los debates en este sentido son intensos en Francia y a nivel internacional. Por ejemplo, la noción de etnia o de minoría étnica es fundadora en el pensamiento anglosajón. En el marco francés, la tradición universalista de la revolución francesa impone un principio inalienable de igualdad de todos y cada uno en la república, donde no hay cabida para estrategias de reconocimiento de comunidades étnicas . Se prefiere, en cambio, la perspectiva del origen como significativo de identidad quizás primera, pero no única. Por estos motivos se puede afirmar por ejemplo que tal barrio tiene una populación originaria de África del Norte (Maghreb), pero de ninguna manera se acepta que se lo describa como barrio mayoritariamente árabe o musulmán. Otro ejemplo : los franceses habiendo adquirido su nacionalidad por naturalización se definen como “francés/francesa de origen uruguayo o latino-americano”, en el caso que nos ocupa. Otro mas : las principales reivindicaciones de los jóvenes hijos de inmigrantes de África del Norte son de ser reconocidos verdaderamente como franceses, sin renegar de sus orígenes ni de su sentimiento de pertenencia a su comunidad de origen, y la de acceder a las mismas oportunidades de educación, formación e inserción profesional que los jóvenes pertenecientes a familias francesas por varias generaciones. Comentamos que Nicolas Sarkozy, elegido presidente, creó en 2007 un ministerio de la inmigración y de la identidad nacional.

El Uruguay no puede ignorar estos debates en el campo de las ideas, sin correr el riesgo de quedar ajeno a las grandes evoluciones intelectuales y desafíos del mundo de hoy. Nos ha sorprendido, por ejemplo, que entre las muy valiosas contribuciones recogidas en el libro “Uruguay : Agenda 2020, tendencias, conjeturas, proyectos”, coordinado por Rodrigo Arocena y Gerardo Caetano, Ediciones Taurus 2007, no figura ninguna específicamente dedicada a la diáspora, el co-desarrollo y la multi-culturalidad. Todos estos temas son, desde nuestro punto de vista, de un extremo interés para modernizar el país, llevándolo al corazón de los dilemas societales que comparten hoy día todos los países del mundo.

Tuvimos la ocasión de invitar al antropólogo Enrique Rodriguez Larreta a brindar una conferencia sobre estos temas en el marco de la evolución de las democracias latino-americanas, cuya síntesis fue publicada en nuestro sitio internet : www.uruguayos.fr (www.uruguayas.fr). Sus investigaciones aportan elementos muy valiosos para alimentar este debate que tenemos pendiente en Uruguay.

¿Qué le sugiere la idea “patria peregrina” que lanzó desde el comienzo de su mandato el presidente Vázquez?

La palabra “patria” conlleva un sin número de significaciones, de sentimientos, de vivencias subjetivas, de interpretaciones, que sin duda puede despertar en cada uno de nosotros connotaciones diferentes. En algunos pincelazos : partiendo de Séneca “Mi patria es el mundo”, pasando por el manifiesto de Karl Marx “Los proletarios no tienen patria”, como por el énfasis puesto en la cultura y la lengua por Cioran : “No se vive en una patria, se vive en una lengua” , o recordando a Sartre : “La patria, el honor, la libertad : no hay nada”… Para muchos, la palabra patria está asociada a sangre y fuego con la guerra. Para otros, es un símbolo matricial de pertenencia a un colectivo…También se la asocia frecuentemente con los peores excesos nacionalistas. Por lo tanto, no es la expresión que me resulte la más oportuna para nombrar y entonces reconocer el fenómeno de la nación “glocal”.

Lo de peregrina, si bien denota la idea de tránsito, de movimiento, de camino, tiene a su vez una connotación religiosa, que nos aleja quizás del laicismo republicano en el cual me reconozco. También de alguna manera tiende a calificar lo/as uruguayo/as del exterior como los eternos nómades, construyendo caóticas vidas transitorias y quizás desarraigadas. No es mi sentimiento ni mi experiencia personal.
En definitiva, el concepto de “patria peregrina” se inscribe en una tímida lógica tradicionalista, no ajena a otras decisiones presidenciales como el veto de la ley del aborto, la controversia sobre la ley de impunidad, o la normativa recientemente elaborada para “encuadrar” los Consejos consultivos. Se puede ir más lejos, mucho más lejos, por el camino de la afirmación de una ciudadanía abierta, activa, moderna, participativa e inclusiva.

Fuera de estas consideraciones semánticas y políticas en el amplio sentido de la palabra, aprecio y valoro la intención de nombrar, de identificar un fenómeno hasta el momento ignorado e incluso denegado tanto por la opinión pública como por los dirigentes anteriores del país. Adhiero sin reservas por lo demás a la idea del Departamento 20 como territorio virtual de vinculación de y con lo/as uruguayo/as del exterior y recuerdo que en una línea similar, Argentina creó recientemente una “Provincia 25".

¿Considera suficiente lo que está haciendo el gobierno en su vínculo con los uruguayos que están en el exterior?

Valoro y aprecio también la inconmensurable ruptura entre antes y después de la presidencia de Tabaré Vásquez en este sentido. Lo llamo ampliación de la democracia. Tres líneas se destacan :
• El esfuerzo por incentivar la organización de la ciudadanía en el exterior y legitimar ésta a través de los Consejos consultivos, instituciones que desde varios países diaspóricos se observan con real interés, y su ratificación por la ley de migraciones, artículo 74.
• Los primeros pasos hacia un mejor conocimiento, un reconocimiento y un apoyo de la diáspora, a través de iniciativas apoyadas por la administración central, en particular la creación de la oficina del retorno.
• Las relaciones, ciertamente incipientes, pero alentadoras, con responsables locales y legisladores.
• Con respecto a los Consejos consultivos, y en particular al reciente decreto relativo a su reglamentación , es oportuno citar a Gustavo Schroeder Orozco : “La originalidad de la propuesta reside en la dotación de una normativa con vocación a aplicarse eficazmente más allá del territorio, fuera del espacio del Estado. El diseño normativo de cuño formalista, pautado por la centralidad tradicional del Estado, no está exento de espíritu de control hacia las iniciativas ciudadanas. No obstante tales limites, propios de una democracia relativamente tutelada, los Consejos consultivos emergen del marco legal como una innovación institucional.”: http://www.uruguayos.fr/La-normalizacion-de-los-Consejos

No es fácil implementar, desde el Estado, nuevas formas de relacionamiento con la sociedad civil organizada y representativa. Por este motivo, la filosofía que debe prevalecer es la del respeto de la autonomía de estas organizaciones dentro de un marco consensuado y dinámico, que sea atractivo para los compatriotas, incentivando redes participativas, evitando dirigismos, clientelismos y/o tutelas burocráticas.

Que queda por hacer?

Mucho, casi todo, pero las bases están puestas. Sera un camino seguramente largo, que no está fatalmente diseñado de ante mano; mucho dependerá de la capacidad de acción, de organización y de coordinación de lo/as compatriotas del exterior :

• inscribir estas políticas en la continuidad de la gestión del Estado, independientemente de los dirigentes que accedan al poder ejecutivo,

• mejorar, ampliar y adaptar el conocimiento de la diáspora a través de investigaciones, encuestas e incluso censo ; tanto como los sistemas de comunicación y de información con y a través los Consejos consultivos,

• crear los mecanismos operativos para incrementar una eficaz cooperación de la diáspora en el desarrollo del país y a su vez, conocer mejor y re-conocer plenamente a los compatriotas residentes en el exterior,

• otorgar los recursos suficientes a esta nueva política, porque la ampliación de la democracia tiene un costo, aunque sea modesto. A título de ejemplo, el ministerio de relaciones exteriores convoca a encuentros regionales y a un encuentro mundial en marzo del 2009, sin movilizar recursos mínimos permitiendo la presencia de al menos un representante de cada Consejo consultivo,

• por último, y sin duda, considero que la implementación del voto de los ciudadano/as uruguayo/as del exterior es la más importante y la más urgente de las asignaturas pendientes.

Documentos adjuntos

1 Mensaje

  • Respuesta a encuesta de Brecha Le 15 de febrero de 2009 à 12:55 , por Roberto Osorio

    SOMOS MUCHOS MAS QUE CINCO...
    Hola a todos, desde SASSENAGE Francia, al ladito de Grenoble en los Alpes franceses somos varias familias de origen uruguayo que vivimos por estos pagos de montanas y nieve con un paisaje muy diferente a los recordados de nuestras praderas con algunas vaquitas que son ajenas y algunas ovejitas que tampoco eran de nosotros...
    Estoy totalmente de acuerdo con tus respuestas y tu enfoque a las preguntas de Brecha y creo que seria muy importante que se hiciera un estudio mas cientifico de quienes somos que vivimos en Francia y cuantos somos porque siempre la union hace la fuerza...
    Con un gran abrazo a todos: Roberto Osorio

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