El resultado del plebiscito para la consagración de garantías al voto de los ciudadanos uruguayos desde el exterior generó frustración, pero por encima de todo la sensación de no entender lo que pasó. Durante varios meses todas las encuestadoras la consideraban una “consulta fácil”, dado que el tema no estaba ideologizado y que además surgía como de inmediata comprensión. ¿Qué pasó? ¿Cómo es posible que hubiera habido tanta falta de previsión?