850 891 ciudadana/os uruguaya/os depositaron el domingo 25 de octubre 2009 la papeleta blanca en las urnas. A ella/os va nuestro profundo reconocimiento. Un día, nuestra participación a la vida ciudadana del país será plena y fecunda. Esta/os compatriotas pionera/os mostraron el camino a los demás, que ya vendrán.
El reconocimiento de las Uruguaya/os del exterior, plasmado en marzo del 2005 en el discurso de investidura de Tabaré Vázquez, avanza y progresa en una evolución inexorable. El proyecto de un Uruguay moderno, móvil, diverso, protagonista, se ha ido forjando poco a poco. Se fueron creando los Consejos Consultivos, espacios de participación y vinculación. La existencia de la diáspora empezó a tener cuerpo y caras e incluso un nombre : «el departamento 20».
Pero, a pesar de los logros de la gestión del FA, el país aun no generó un crecimiento tal que permita llamar masivamente al retorno de la/os Uruguaya/os del exterior. No hay todavía soluciones durables que permitan hacer reversible el flujo migratorio.
Cada familia uruguaya sigue teniendo miembros, amigo/as, vecina/os, colegas, en el exterior... gente que va y viene, educa a sus hija/os mirando al Sur, estudia, se forma, ayuda, busca oportunidades para el país, está presente física o virtualmente, envía remesas, vuelve de vacaciones, sueña con volver a su casa algun dia...
¿Quién puede no ver esta realidad que no es solamente social, económica, política, sino también emocional, afectiva, enraizada en lo cotidiano?
Es algo que nadie puede ignorar: ¡más de 500 000 compatriotas no se pueden esconder como polvo bajo la alfombra!
Así, hace unas pocas semanas, según las encuestas publicadas, entre 50 y 60% de personas entrevistadas se declaraban favorables al voto de la/os Uruguaya/os del exterior.
Sin embargo, el domingo 25 de octubre solamente 38% de votantes pusieron la papeleta blanca en la urna. Matemáticamente, se entiende entonces que los votantes de los partidos tradicionales y alrededor de 10% de votantes del FA desaprobaron la propuesta.
¿Qué pasó? ¿Cómo entender este derrumbe?
La duda se instaló en torno al voto epistolar.
A pesar de tantos esfuerzos que saludamos aqui, tanto de la Comisión por el Voto, como de los Consejos consultivos y de personalidades fuera y dentro del pais, los recursos de la campaña fueron muy limitados; la movilizacion de la sociedad civil incipiente; el apoyo político mínimo, sobretodo en las ultimas semanas.
El trabajo pedagógico fué sin duda insuficiente y el debate de fondo no se promovio tanto como hubiera sido necesario. Ademas, el cumulo de temas en juego fue muy probablemente excesivo en este periodo; no se logró abarcar todos los temas.
Sin duda, la funesta (ilícita?) declaración de última hora de Renan Rodriguez de la Corte electoral apuñaló definitivamente la iniciativa.
Pero más allá de este grave incidente, sin duda no se imbricaron lo suficiente las campañas por la aprobación de los dos plebiscitos (el voto de la/os Uruguaya/os del exterior y la anulación de la ley de caducidad) en un proyecto progresista asumido, global y sereno, para un futuro mejor del Uruguay.
Lo positivo
Con un resultado absoluto insuficiente pero alto, el tema queda definitivamente instalado en la agenda nacional como una de las asignaturas pendientes de los próximos años.
Confiamos que sabremos responder al desafío, levantarnos de la, en el fondo, cómoda platea de espectadores y entrar de lleno en la apuesta democratica, porque la/os Uruguaya/os del exterior queremos y podemos ser protagonistas en, para y con el país.
Abrazo ciudadano desde Francia.
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