Queridos compañeros:
Han pasado 10 días desde la reunión que mantuviéramos con el Embajador Alvaro Portillo en Madrid.
Creemos que es tiempo suficiente como para comenzar a generar un debate sobre lo que en ella se habló, teniendo en cuenta que aparentemente en diciembre habrá un nuevo Encuentro de Consejos Consultivos, dónde se concretará, entre otras cosas, la evaluación del Proyecto de Ley de Migraciones, en el que está encuadrado el marco legal de los mismos.
Si me centro en este aspecto es porque creo que es en el que más hay que trabajar, puesto que en el tema de servicios; cooperación; promoción cultural, etc. hay un acuerdo generalizado, y será más fácil llegar a consensos. Esto vale también para lo referente al voto en el exterior.
Mi objetivo es ayudar a que el II Encuentro logre llegar a definiciones en el tema de marco legal.
En el Encuentro pasado, la «conviviencia» en el avión de los delegados de Europa sirvió para que durante las jornadas de trabajo, lográramos contribuir a articular el debate de 100 compañeros.
Hoy estamos en mejor posición para colaborar: tenemos el texto legal que ha merecido media sanción; nos conocemos mejor y en la reunión de Madrid pudimos compartir acuerdos y reservas. El reto que me gustaría plantear a todos y a mí mismo, es ver si podemos mandar un documento conjunto al próximo encuentro. Algo conciso, que parta de las experiencias compartidas, y que pueda contener las expectativas de todos.
[(Creo que un resumen de las expectativas y reservas que se plantearon en Madrid podría esquematizarse como sigue:
Se quieren Consejos Consultivos abiertos, dónde puedan participar uruguayos y nacionales del país de residencia.
Se quieren Consejos Consultivos que sean reconocidos por el Estado, pero guardando autonomía del mismo.
Se quiere una definida personalidad institucional de los Consejos, que los preserve de la voluntad política del gobierno de turno.)]
Desde mi punto de vista es que la gente participa en los Consejos, como los vive. En los lugares dónde hay vida asociativa; interesan en tanto sean una instancia nueva de relacionamiento con el Estado. En los lugares dónde no la hay, o dónde estaba aletargada, los Consejos han sido la oportunidad de volver o empezar a trabajar, y en la práctica, sustituyen a las asociaciones.
Mi puntapié inicial en este debate, pasa por plantear en Diputados una nueva redacción del Artículo 74 del proyecto de ley.
Actualmente, este dice lo siguiente:
ARTICULO 74.- Los Consejos Consultivos son organizaciones autónomas y representativas de los uruguayos residentes en el exterior, cuyo cometido central será la vinculación con el país en sus más diversas manifestaciones.
La organización y funcionamiento de los mismos se sustentará sobre la base de principios democráticos y adoptarán la forma jurídica que consideren pertinente.
El Servicio Exterior de la República, a través de sus misiones diplomáticas y oficinas consulares los reconocerá como tales y brindará, dentro del ámbito de sus competencias, el apoyo que le sea requerido.
Redacción propuesta:
ARTICULO 74. Los Consejos Consultivos son una instancia autónoma y representativa de los uruguayos residentes en el exterior, cuyo cometido central será la vinculación con el país en sus más diversas manifestaciones.
La organización y funcionamiento de los Consejos serán objeto de reglamentación. Dicha reglamentación tendrá en cuenta la suficiente flexibilidad para permitir que los Consejos a su vez se adapten a la situación jurídica concreta de cada colonia uruguaya en el exterior.
Los Consejos que cumplan con los extremos fijados en la reglamentación pertinente, serán reconocidos como tales por el Estado y recibirán, por parte del Servicio Exterior de la República a través de sus misiones diplomáticas y oficinas consulares el apoyo que requieran del mismo dentro del ámbito de sus competencias.
Las modificaciones propuestas buscan señalar el carácter institucional de la nueva vinculación, preservando las ya existentes.
Hablar de instancia busca reflejar que los consejos pueden ser tanto una organización, allá dónde estás sean débiles o no existan; como un espacio dónde, en aquellos lugares dónde si hay vida asociativa, los uruguayos van a protagonizar una instancia de relacionamiento institucional con el Estado.
Además, por tener que ser representativo de los uruguayos y de estar conformados por ciudadanos uruguayos registrados en los consulados; hablar de los Consejos como instancias permite que en el día a día puedan convivir en él todo tipo de personas, y en el momento de elegir la representación ante el Estado sólo participen los uruguayos. Esto podría ser tan flexible que se podría dar el caso de un consejos consultivo de corte asociativo en el cual en su dirección podrían participar extranjeros, pero que elegiría a la representación ante el Estado convocando sólo a sus miembros uruguayos registrados.
Creo que es conveniente que el texto legal haga referencia a una futura reglamentación. De esta forma, garantizamos existencia legal y podemos seguir concretando temas con más tiempo.
Pensando en esa reglamentación, propongo los siguientes puntos:
1) Para ser elegible y elector, el ciudadano debe inscribirse en la demarcación consular correspondiente.
Las elecciones se harán cada 5 años. Tal vez sería un buen criterio fijarlas un año después de las nacionales.
2) El principio general será que debe haber un consejo consultivo por demarcación consular.
3) En aquellas demarcaciones en que por motivos geográficos o de dificultades de transporte pueda ser recomendable para facilitar la participación, la existencia de más de un Consejo; el padrón de la demarcación se fraccionará a los efectos de la elección en tantas partes como Consejos haya en su ámbito. El criterio será que sólo se puede participar en un ámbito territorial, y que cada ámbito sólo podrá tener un Consejo Consultivo.
4) Se deberá buscar una razón numérica mínima para poder conformar Consejo.
5) Explicitar la ambición que esta reglamentación deberá encuadrarse en un futuro cercano, en un conjunto de medidas legales que, teniendo como centro el voto de los ciudadanos en el exterior detalle y actualice el conjunto de derechos y deberes de los ciudadanos uruguayos cuando pasan a residir fuera de fronteras. Estos extremos buscan redefinir el concepto de ciudadanía en el S XXI para un país que cuenta con el 20% de sus nacionales fuera de fronteras.
En fin, dejo por acá.
Espero que esto sirva al debate y nos posibilite dar consistencia al futuro Encuentro.
Un abrazo,
Fred
PD. quiero remarcar que, a pesar de lo concreto que es en muchos aspectos el documento enviado, el fin de éste es articular con
tiempo el debate. No nace para ser defendido a capa y espada, sino que lo hace para ser necesariamente enriquecido.