El 26 lanzan campaña en apoyo al plebiscito por el voto epistolar
La Comisión Nacional por el Voto de los Uruguayos y Uruguayas en el Exterior lanzará formalmente la campaña por el «SI» en el plebiscito por el voto epistolar, el 26 de agosto en un acto que tendrá lugar en el Palacio Legislativo.
Patria peregrina. Se estima que alrededor de medio millón de uruguayos vive en el exterior.
Así lo informó el ex diputado frenteamplista Diego Cánepa, entrevistado en el programa «Primera Voz» de 1410 AM LIBRE, que conduce Sonia Breccia. La ceremonia tendrá lugar ese día a las 18.30 horas y contará con la participación de una enorme cantidad de personalidades de distintos ámbitos que apoyan la iniciativa.
La Comisión está conformada por ciudadanos políticamente independientes y el único partido que la integra formalmente es el Frente Amplio. En los próximos días se hablará con dirigentes del Partido Nacional y el Partido Colorado, procurando su acercamiento a la comisión, informó el ex legislador.
Junto con las elecciones nacionales del 25 de octubre se plebiscitará una reforma constitucional para habilitar el voto epistolar de los uruguayos que viven en el exterior. La Comisión se reúne todos los lunes en la sede del PIT-CNT, aunque en breve se instalará en un local propio.
Cánepa argumentó a favor de la iniciativa, señalando que «acá no está en discusión el tema de si los uruguayos en el exterior tienen o no derecho a votar, porque hoy en Uruguay ningún ciudadano, por el solo hecho de vivir fuera del territorio nacional, está impedido de votar».
Dijo que «de hecho, cualquier ciudadano, no importa la cantidad de tiempo que esté en el exterior, basta con que venga al país y que tenga la credencial cívica, para poder votar sin ningún tipo de problemas».
«Por lo tanto, lo que hay es una profunda discriminación entre los ciudadanos uruguayos que viven en el exterior y pueden pagarse un boleto de avión, barco o pueden venir de alguna otra manera al país para votar, y aquellos que teniendo los mismos derechos no lo pueden hacer», sostuvo.
«No hay que darle la espalda a la diáspora»
Para Cánepa, el Estado uruguayo no sólo está omiso sino que «está generando un problema de discriminación, porque no garantiza el acceso de esos uruguayos en igualdad de condiciones para que puedan votar».
«Por eso la reforma constitucional es, en primer lugar, para generar una obligación constitucional de que exista la posibilidad del voto epistolar y, a su vez, darle la posibilidad a la Corte Electoral para que instrumente otras formas de votación, cuando así lo considere necesario, manteniendo las garantías del sufragio que son tan importantes para todos los uruguayos».
El ex legislador nuevoespacista dijo que invita a leer el artículo 80 de la Constitución, que es el que establece de qué manera se le suspende la ciudadanía a los uruguayos. «En ningún lado dice ese artículo que por el hecho de salir de fronteras, por el hecho de no vivir en el territorio nacional, un ciudadano uruguayo pierde su ciudadanía».
Cánepa señaló también que la nacionalidad uruguaya «ni siquiera se pierde por el hecho de asumir otra nacionalidad», constituyéndonos en uno de los pocos países del mundo que asumen la doble nacionalidad de sus habitantes.
Por otro lado, dijo que debemos asumir que «nos hemos transformado, más allá de los vaivenes económicos, en un país estructuralmente de emigrantes».
«Nosotros nacimos como un país de inmigrantes, pero nos hemos ido transformando como varios países latinoamericanos en un país estructuralmente de emigrantes».
«Así que darle la espalda a esa diáspora uruguaya, a esa verdadera patria peregrina, es un profundo error histórico, político, económico y un profundo error en la construcción de la sociedad, que se hace con todos. El Uruguay no solamente es su territorio, sino que fundamentalmente es su gente», enfatizó. «Y la relación que tiene la gente con el Uruguay cuando se va del país, a pesar de que busca el desarrollo de su vida en otras tierras, es una conexión permanente. Queremos tener una vinculación con esa patria peregrina desde el punto de vista económico y social, y también que sus derechos políticos sean respetados, porque es una forma de mantenerse unidos a nuestra sociedad».
Cánepa dijo que se puede tomar el ejemplo de gran cantidad de países, con democracias sólidas y desarrolladas, que tienen el voto epistolar para sus ciudadanos fuera de fronteras, al tiempo que rechazó los argumentos sobre falta de transparencia que manejan los opositores a este sistema.
A su entender, las encuestas que se han conocido hasta el momento determinan que «la gran mayoría de los uruguayos, blancos, colorados, frenteamplistas e independientes, están a favor de garantizarle el voto a su hermano, primo, sobrino o a su padre que está viviendo en el exterior». «Cuando me dicen que el tema es que no viven acá, yo digo que no estamos discutiendo eso. Los uruguayos en el exterior hoy votan, pero pueden hacerlo sólo quienes tienen plata para venir a Uruguay, lo que constituye una profunda discriminación», argumentó.
Con lo que se está proponiendo, que cada uruguayo pueda votar desde su lugar de residencia, pudiendo incidir de la misma forma que aquel que vive en el exterior y puede viajar al país, hay también «un reconocimiento a esa patria peregrina, a ese Uruguay de 4 millones de habitantes», sostuvo Cánepa.