"Sé que hay muchas maneras de abordar el tema del voto, para los que vivimos en el exterior del Uruguay. Así que lo que deseo decirles es muy cotidiano, porque la vida es cotidiana aún en sus momentos más feos o dolorosos. Gran parte de los uruguayos que estamos fuera, no fue por nuestra elección personal.
En la época de los militares, me ocupé en Paris de talleres para niños, uruguayos, argentinos y chilenos. Sus padres eran exilados políticos y tuve dos o tres casos donde los padres, o uno de los padres, estaban presos. Fue un trabajo muy constructivo para todos… entre otras cosas darles amor por nuestra tierra y costumbres y no dejar que olviden su identidad de uruguayos (cosa difícil con un gobierno como el que teníamos entonces). Y lo logramos! Los niños eran felices recordando cosas del paisito! Y nosotros los mayores también.
Hoy esos niños son adultos, han tenido una muy buena formación en Francia, casi todos fueron muy buenos estudiantes… ¿Y ustedes creen que han olvidado el país? No, es como nosotros, que seguimos paso a paso la situación del Uruguay, tratando de tener un enfoque objetivo e internacional de la situación del Uruguay de hoy. ¿Y, por qué vamos a dejar de tener el derecho de votar? Los compañeros de nuestros niños argentinos, hoy votan. Quizás nuestra mirada y experiencia de aquí, con la vuestra de alla, puedan crear con mayor objetividad un Uruguay ilustre, valiente y unido…
De hecho, si miramos la historia del mundo, es en ese vaivén de los pueblos, de los emigrantes, con el intercambio de culturas, que se producen los mejores aportes de la humanidad. ¿Por qué rechazar la versión y la experiencia de aquéllos que están fuera? El Uruguay forma parte del mundo. Rechazar nuestro voto es “aislarse”, aislándonos".
Carmen Aguiar
Para mí, Uruguay, como la mayor parte de los países democráticos del mundo, debe reconocer a sus ciudadanos en el exterior, el derecho de voto en las grandes instancias nacionales.
Hoy, nuestro país constituye prácticamente una excepción dentro de los demás países democráticos.
Carlos Semino