Lunes frío y nublado en París. El viaje a la Plaza de Fontenoy, en pleno corazón de la capital francesa, fue breve.
Al llegar frente al imponente predio de la Unesco (sobre la Avenida de Saxe), Tabárez tuvo su primera emoción. El enorme edificio modernista («la estrella de los tres brazos») impresionó al entrenador Celeste, que llegó junto a la delegación que partió desde la embajada uruguaya.
No eran las 11.00 de la mañana, hora prevista para la premiación, y ya Tabárez ingresaba, escoltado por un numeroso número de compatriotas, a la Unesco. Lucía impecable. Traje azul, camisa blanca, corbata celeste.
Estaba ansioso, y era obvio, vivía intensamente, con emoción, el momento cumbre de su premiación. Hasta que llegó el turno, subió al estrado, y habló a la numerosa audiencia después de recibir el diploma como «Campeón del Deporte».
«Estoy particularmente feliz y emocionado de esta distinción», dijo tras recibir el diploma de manos de la directora general de la Unesco, Irina Bokova.
Tabárez, que apadrinó programas de integración social a través del fútbol, indicó que la distinción de la Agencia de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) puede servir para impulsar algunos de ellos. «Estoy encantado de que la Unesco se pueda sumar a que estos programas avancen y que ponga su prestigio internacional y su experiencia en ellos».
El entrenador repasó algunos de los proyectos que impulsa en su país, destinados a que el máximo posible de niños practiquen el fútbol y se impregnen de sus valores.
En ese sentido, Tabárez destacó «el esfuerzo personal, el planteamiento de desafíos y su superación, el ejercicio de la voluntad, la resistencia a las frustraciones y el desarrollo del sentido deportivo, que se traduce en el saber ganar y perder».
Tabárez también indicó que hay aspectos físicos, importantes en un país como Uruguay donde, dijo, hay un creciente problema de obesidad y sedentarismo. «El objetivo es que el fútbol sea en Uruguay un vehículo de incidencia social intencionada a través de la práctica de niños y adolescentes».
Tabárez se mostró sumamente agradecido de recibir el premio «como uruguayo» y «como hombre de fútbol, como representante de un país y de su cultura e identidad» donde «la vida no se entiende sin el fútbol» pese a no ser una nación de gran población ni riqueza", indicó el entrenador.
Tabárez indicó que «no es un premio más», y agregó: «Sin quitarle una pizca de reconocimiento a los otros, es especial, por lo que significa la Unesco y por ser el representante de un país, de una cultura», señaló.
Tabárez sostuvo que «este premio escapa a los resultados, es algo más amplio. Durante una carrera se gana y pierde, pero no hay que dejarse engañar por esos dos embusteros que son la victoria y la derrota y hay que mantener cierta forma de ser pese a las circunstancias».
Tabárez destacó el cambio operado en el fútbol uruguayo, considerado durante años como representante de un juego duro y malintencionado. «La impotencia por no conseguir los resultados dio lugar a prácticas que no tienen que ver con el juego limpio. Lo asumimos (...) Lo único que podíamos hacer era callarnos y trabajar en el otro sentido y lo venimos haciendo», indicó Tabárez, que recordó que Uruguay ganó el premio del juego limpio en la última Copa América de Argentina.
Al acto, concurrieron representantes diplomáticos y miembros de la comunidad uruguaya en Francia, entre ellos alumnos del Liceo Uruguay-Francia, que recibieron camisetas de la selección por parte de Tabárez y del capitán Diego Lugano.
El capitán fue el representante de «todos los muchachos de la selección», y su presencia fue un punto alto en la premiación.
El acto lo cerró Omar Mesa, embajador uruguayo ante este organismo de las Naciones Unidas. «En nombre del gobierno uruguayo, gracias a la Unesco por este reconocimiento a Tabárez. Es un docente, un maestro, y eso significa tener fe en el Hombre», destacó.
Tabárez se emocionó. Sonrió y agradeció tanto elogio. Todos lo aplaudieron. Fue un mimo: al Maestro con cariño.
Las cifras
107 partidos dirigió Tabárez a la selección uruguaya en sus dos períodos como director técnico de la misma.
52 victorias suma Tabárez al frente de Uruguay. No pierde desde el 29.05.11. Cayó 2-1 con Alemania.
3 premios recibió Tabárez este año: Mejor de América de El País, Mejor DT de selecciones (Iffhs) y Unesco.
El capitán se confesó con el «Pájaro» Canzani
El encuentro estaba acordado desde el mismo momento que la Unesco anunció el premio a Tabárez.
«Lo espero en París», le dijo el capitán Celeste Diego Lugano cuando se comunicó y felicitó telefónicamente al entrenador de la selección uruguaya.
Ayer, en París, Lugano se estrechó en un abrazo con el maestro. Estuvo con él en la ceremonia de premiación, pero después se fue «volando» al entrenamiento del París Saint Germain.
Y lo que son las cosas, el capitán Celeste se encontró con «Pájaro» Canzani, el cantautor uruguayo que reside en París, compositor del tema musical de la Copa América Uruguay 1995.
Canzani le dijo: «un gustazo Diego», y Lugano respondió: «Nooo... el gusto es mío ¡¿sabés cómo canté aquel tema de la Copa América?!», y hubo risas.
Lugano elogió al maestro: «Tabárez ha sido la persona que transformó la manera de vivir y sentir el deporte en nuestro país. El maestro es una persona con convicciones muy firmes y claras, que las mantiene sea cual sea el momento deportivo y ese sentir, ese espíritu ha hecho piel en quienes hoy integramos la selección», indicó el capitán.
Directora de la Unesco conocía su trayectoria
La búlgara Irina Bokova es la directora general de la Unesco, y fue la encargada de otorgarle el diploma a Tabárez en un acto por demás emotivo. Bokova, elegante y sonriente, subió al escenario ante una salva de aplausos y cuando se encontró frente al micrófono giró su mirada hacia donde estaba ubicado el maestro Tabárez.
Bokova, en perfecto español, definió al orientador de la selección sin preámbulos, y con amplio conocimiento de la trayectoria de Tabárez.
«Es uno de los grandes estrategas del fútbol moderno, un ganador. Tabárez es un ejemplo de disciplina, perseverancia, espíritu, pero también de sensibilidad social, un artesano del éxito de Uruguay en todos los terrenos del mundo», indicó Bokova.
La búlgara también habló de Montevideo y de alguno de sus barrios.
El seleccionador uruguayo sumó su nombre a los de otras grandes figuras del deporte en el palmarés de este galardón de la Unesco, como el ex futbolista Pelé, el piloto alemán de Fórmula 1 Michael Schumacher, el campeón olímpico francés de judo David Douillet o el mito ucraniano del salto con pértiga, Sergey Bubka.
El País Deportivo
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